sábado, 23 de diciembre de 2017

Nasralla, reconversión

Y hay quien se atreve a creer que el mayor deseo de uno es ver incendiada a Honduras.

¡No ven acaso que Honduras está calcinada en sus cimientos! 

Nasralla, que por fin encuentra los argumentos que esperaba escuchar de manera clara de parte de sus colonizadores culturales, por fin se separa de la Alianza de Oposición contra la Dictadura y, en el clásico juego de metástasis que aplica el Departamento de Estado, afirma que ahora la lucha será bajo el nombre de Convergencia contra la Dictadura. Sí, claro, de la misma forma que en junio del 2015 estábamos a punto de sacar a joh al exigir una CICIH y ser superados por el juego de manos de una MACCIH, todo en el mismo marco de Diálogo Nacional, un monólogo bufo que fue vendido y consolidado, con la ayuda, también, de la ingenuidad política de algunos indignados.
Ahí está ahora el curso de las cosas pero no de la historia. Es obvio el golpe anímico, pero no es suficiente para romper el hilo dialéctico con que el pueblo ha venido tejiendo su entramado social, una manta mucho más amplia ahora que será difícil de romper. 

Así el momento, nasrralla se convierte en un represor más de la voluntad popular y niega la victoria que la Alianza le dio, porque victoria es haber conquistado un sitial en el ánimo popular y, por ende, la derrota es negar ese ánimo popular. 



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