martes, 28 de febrero de 2012

Mónica Gameros - México


LLAMADA URGENTE

...A los patriotas que sonríen desde los escombros y la miseria,
resignados a su destino,
con la mirada baja y el orgullo putrefacto.

Escuchen todos aquellos que fabrican sus historias,
que viven venerando al dinero.

Ahora sólo son unos pobres diablos.

Ésta es una llamada urgente a la memoria oxidada,
a la cordura y la decadencia,
a la discreción y la hipocresía.
a las buenas maneras de sonreír y fingir que no pasa nada,
que todo sigue  viento en popa,
que nadie se hunde.

Habría que bajarnos del barco sin suspirar por los buenos tiempos;
sin piedad ni misericordia por nadie.

El gigante podría tragarnos uno a uno, reloj en mano;
atados a las prisas por seguir viviendo,
sólo para no darnos cuenta de que en realidad,
ya estamos muertos.

Habría que convertirnos en una horda de locos
y todos, a un mismo tiempo,
apretar el botón que destruye la cordura del otro.
Pero, ¡momento!…
que alguien más nos desenchufe del código
que nos encierra de 9 a 8.

La locura no es utopía.

Vagaríamos felices y simples.
Nos vestiríamos de palabras.
Calzaríamos nuestros sueños.

Navegaríamos con calma infinita sobre la desesperación,
sobre el absurdo consumo de los segundos vueltos centavos,
de las palabras que mienten,
para no dejar en un hoyo negro las buenas intenciones.

Demos un golpe de Estado contra la paz de las conciencias abotagadas,
cómodamente instaladas en la apatía.

Habría que volvernos locos y olvidarnos de la saludable compañía.
Derogar la costumbre de estar vivos,
sólo porque somos cobardes para morir.

Habría que golpear las murallas del otro;
derrumbar sus fantasías;
agobiarlo con nuestras verdades;
porque sin ellas, vivir es un continuo suplicio,
un ataque de suspiros por el mundo que no es,
que nunca será.

Las estrellas rotas no brillarán, el camino será difuso,
y aquello que llamamos tiempo
se convertirá en hoja y tierra,
en maíz y vida,
en luna, en carne, en hueso,
sin mandamientos,
sin moral.

Bailemos sobre las cenizas del tiempo
donde hacen su performance los suicidas
que decretan toque de queda a sus demonios,
siempre al grito del sereno fugaz.

Olvidemos la cordura porque somos rehenes
en un campo de concentración.
Perdamos el miedo a la muerte
sólo por que nos obliga a no poseer
ni siquiera el cuerpo.

Cantemos con las camisas de fuerza desatadas.

¡Rápido, alguien apriete el botón!
Hay que destruir al mundo,
Renacer en los jardines de la locura
donde la libertad no es discurso;
donde las palabras no sostienen un mundo de escenarios vacíos.

Subamos primero a los niños y los ancianos a la nueva arca del profeta,
a quien luego lanzáremos por la borda,
en medio del motín más grande de la historia.
¡No necesitamos el orden de un cuerdo!

Mujeres y hombres vengan desnudos.
Suban impúdicos o quédense en el muelle
y ahóguense en su cómoda sonrisa idiota de no pasa nada,
no pasa nada,
nada…

Locos nos amotináremos contra todos los mecías,
incendiáremos las naves,
apretáremos el botón
y despertáremos en los jardines de la libertad.

¡Rápido! Pongan el dedo en la llaga del otro y no sean hipócritas,
no cubran las suyas.

Desconéctense todos de la cordura.
Salten al abismo como los suicidas que deciden partir
por sobredosis de vida.
Tiremos piedras a los cruces del camino.
Comamos en el bufete de las ideas perdidas.
Bebamos las mieles de la esperanza,
y quememos los muelles,
para flotar infinitos sobre las aguas de la libertad.


DEMENCIA

Hoy ha nacido un nuevo demonio en la mente
de aquel que vive entre cuatro paredes.
Las venas saltadas,
la locura sembrada,
el horror y el dolor cosechados.

Vive entre cuatro paredes,
entre rocas de olvido fundido en acero.

El fango húmedo de su celda lo ha enmudecido.

Las patas de alacrán posadas sobre sus pestañas
y dos rayos de luz oscureciéndole el entendimiento,
le refunden en el infierno que construimos
para esconderlo bajo la alfombra,
para no aceptar que somos sus victimarios.

Ahí, los nervios crecen tan rápido como la selva
y el demonio recién nacido
crece sin tomar en cuenta el tiempo.

El temor se convierte en el único hilo de vida,
y la muerte sólo llega,
cuando el temor renuncia a seguir existiendo.


AVARO

De qué te sirve la riqueza si eres un avaro de sentimientos.
Para qué las bodegas, los anaqueles, las chequeras.
Para qué buscar la risa fatua, irónica, humillante.

No vales ni uno de los centavos que has incrustado en tu cuerpo
sólo para no perderlos

Sonríes a solas y luce el diente de oro
que clavas en las nucas de tus viejos amores,
a quienes llevaste a la bancarrota.

Observas en silencio.
Buscas el talón de Aquiles,
analizas el lugar de tu próximo golpe.
Apuntas, disparas, eliminas.

Al final, vuelves a la oscura soledad
donde te alumbra el brillo de tu avaricia.
Te desmoronas frente al silencio.
Frotas las manos,
capitalizas a solas y temeroso de la ambición ajena.
tu fortuna en silencio

Te aterras ante cualquier intención por abordar tus naves
y de un golpe, decides quemarlas.
Me pregunto si a caso anotas en tu bitácora de ganancias
todas las caricias y las palabras que me das día a día.

No sé, creo que mi deuda contigo,
podría ser mayor a cualquier otra.

Me aterras.


CONTAGIO…

Haz conseguido enfermarme de tristeza.
Los granos de arena siguen rejuntándose;
se hacen duna, luego, memoria.

Me desanimas constantemente por amarte;
hora tras hora dejas correr el tiempo,
luego me coges y susurras que me amas,
como si por decirlo en voz alta, rompieras una tregua.

Dejaré las preguntas a un lado.
Me descubro egoísta.
Me importa un bledo que puede hacerse ella;
lo que es mentira y lo que es verdad.

Día tras día, de a poco, vas dejando escapar las tramas de tu vida.
Se van extinguiendo las dudas.
Se aclara el panorama, me atrevo a tomar la pista.

Me escudo de la terrible devastación
que esa chantajista me provocará con sus lágrimas de arsénico.
Trato de subirte a la nave que nos salvará de su diluvio,
y te aferras a danzar sobre cada uno de los segundos
que se vuelven granos de arena y se suman a las dunas del reloj.

Ella ha vuelto a reclamar lo que le pertenece.
Yo sigo juntando los granos de arena que has pisado,
Los amontono en las dunas de mi reloj,
del reloj que se resquebraja;
del reloj que resta las lunas de mi insomnio.

Segundo a segundo, los granos de arena se van sumando a mi tristeza.
La cascada cósmica me arropa.
El reloj de arena da otra vuelta.

domingo, 26 de febrero de 2012

Sabanagrande: nace en su primer Comité de Derechos Humanos

 El día viernes 24 de febrero sucedió en Sabanagrande una insurrección popular a pequeña escala pero con una intensidad única en la historia del pueblo: las amenazas de la policía en cuanto a seguir uno por uno a los integrantes del Rey Feo que los puso -entre rima y rima- en entredicho, se hicieron efectivas.
Intentando apresar de manera arbitraria a uno de los muchacho, esa misma noche, a las 9:15pm, los miembros de la policía se encontraron en medio de una furia e indignación que no conocían.

 La respuesta de alrededor de 150 personas entre adolescentes y adultos ante la arbitraria persecución y apresamiento del joven Saúl Amador fue frontal. Pudo tener consecuencias mayores si no se hubiera pedido la intervención de los Derechos Humanos. La multitud, que venía acumulando una rabia sorda desde hace dos semanas por el toque de queda impuesto por la policía a partir de las 10 de la noche y bajo la interpretación de una confusa ordenanza municipal (exige que a partir de las 10 pm los menores de 17 años sean "mandados a dormir" o ser encarcelados por vagancia o por sospecha delicuencial), no pudo contenerse más y por momentos pudo llevar a cabo un desarme de los policías y su posterior linchamiento.
 Los ánimos lograron controlarse ante la promesa de mediación del COFADEH, quien asumió darle seguimiento a los testimonios y acompañar a las víctimas de la violación constitucional del derecho a la libre circulación y de las amenazas concretadas por la policía al detener la semana pasada a uno de los muchachos (Mauricio Canales), a quien golpearon y sometieron a burla y escarnio ante su preferencia sexual manifiesta.

Los golpes recibidos por Saúl Amador fueron la aguja en el globo. Junto a la procuradora del COFADEH fuimos testigos de la realidad de un toque de queda que hace correr a todo aquel que se encuentra en las calles a la hora indicada. Un pavoroso silencio llena el pueblo y solo se ve a la patrulla recorriendo despaciosamente las calles. No se exagera cuando se puede comparar esta escena con cualquier registro histórico de una dictadura implantada sin vergüenza alguna.
Al momento de consultar al señor Alcalde, German Díaz, él mismo nos afirmó que nunca ha emitido ninguna ordenanza que motive las acciones policiales antes consignadas, sin embargo, al momento de visitar la posta policial y entrevistar  al Clase I Orellana (uno de los principales señalados por los testigos de abuso de autoridad), éste nos afirmó que la ordenanza municipal existe y que emana del señor Alcalde. Es obvia una laguna donde se ahogan todas la violaciones a los derechos humanos que vienen acaeciendo.

En la reunión llevada a cabo el día sábado 25, con mucha decisión, se decidió organizar el primer Comité por los Derechos Humanos en Sabanagrande, bajo la dirección formativa del COFADEH y así lograr una permanente denuncia legal de las violaciones cometidas ya sea por ignorancia o por franca alevosía.

Siento que la sociedad hondureña ha llegado a un punto muerto que debe acelerar un proceso de organización ciudadana inédita. La represión policial alimentada por la formación institucional o por el rencor hacia la acometida mediática (sin olvidar los puntuales e impunes asesinatos hechos por un gran segmento de uniformados) deberá asumir su desconexión total con la ciudadanía o enfrentarse a sí misma hacia una conversión ciudadana que los obligue a pensarse como pueblo, a asumirse como pueblo, a regenerarse en el pueblo que ya decidió movilizarse hacia un país en refundación.

viernes, 24 de febrero de 2012

Entrevista a Antonio Gamoneda - Juan Gabriel Vásquez


ENTREVISTA: IV CONGRESO DE LA LENGUA Antonio Gamoneda
"Todos los idiomas tienen un lado oscuro"
JUAN GABRIEL VÁSQUEZ 24/03/2007


El español es el cuarto idioma más hablado del mundo. La euforia de su expansión se confirmará durante las reuniones de académicos, escritores, científicos y otros profesionales en el IV Congreso Internacional de la Lengua en Cartagena de Indias, que se celebrará del 26 al 29 de marzo. Babelia repasa la diversidad, problemas y retos del idioma. Un panorama del que habla el poeta español Antonio Gamoneda, último premio Cervantes, en una entrevista con el narrador colombiano Juan Gabriel Vásquez.
Soy un provinciano vocacional", me dice Antonio Gamoneda. Y lo cree de verdad: Gamoneda nació en Oviedo, en 1931, pero a los tres años ya estaba instalado en León -su madre asmática había obedecido al médico que le sugirió buscar ambientes menos húmedos- y ya nunca se movería de allí. Vive muy cerca de la catedral, en una casa que el poeta define como "la obra menor de un gran arquitecto". La palabra luz es, para los lectores de Gamoneda, casi una contraseña, casi un fetiche; y esa luz, al mediodía, invade la casa entera, el patio pequeño y el estudio donde el poeta trabaja y donde me recibe para hablar. Hay algunos marcos vacíos en las paredes, porque el contenido ha ido a parar a una exposición sobre la vida y la obra del último premio Cervantes; hay ediciones de algunos de sus libros, incluida la antología Sólo luz, en la que él mismo reunió lo mejor de casi medio siglo de actividad poética; y hay, sobre el escritorio, un ordenador. Los sistemas de trabajo de los escritores siempre me han interesado, y comienzo preguntándole cómo escribe, si se vale de las nuevas tecnologías. "Escribo a mano", me dice. "Pero el ordenador da limpieza al poema en los estados intermedios, y eso es útil. Salgo mucho a caminar: la rítmica andariega del paseo es excitante para el pensamiento poético. En la oreja interior, el pensamiento poético es rítmico. Claudio Rodríguez, el gran poeta español de la segunda mitad del siglo XX, escribía andando. No apunto ideas, claro: apunto versos, líneas que me interesan en cuanto las identifico con el lenguaje poético. No son ocurrencias. No soy un poeta de ocurrencias".
La noticia en otros webs
·         webs en español
·         en otros idiomas
"Todo pensamiento procede de la lengua, no a la inversa; el idioma genera actividad y esa actividad genera sufrimiento"
PREGUNTA. En Descripción de la mentira
leemos: "Es perverso el idioma pero es enjundia de mi cuerpo". ¿Cuál es el lado oscuro de la lengua española? Y en estos momentos de celebración del español en todo el mundo, ¿cómo entender el lema "unidad en la diversidad" que rige esas celebraciones?
RESPUESTA. Todos los idiomas tienen un lado oscuro. Puedo decir que todo pensamiento procede de la lengua, no a la inversa; que el idioma genera actividad, y esa actividad puede generar sufrimiento. En esa relación, cómo el idioma puede generar sufrimiento y de hecho lo hace, hay una cierta perversidad. Ahora bien, el asunto de la unidad y la diversidad para mí se resume en la integración de otros léxicos al mío. Me ha sucedido que he tenido a veces que recurrir a léxicos que no son los míos. En cierta ocasión no quería utilizar "cuenco" ni "taza" para un verso, y acabé utilizando una palabra gallega: "cunco". ¿Por qué no habría de hacerlo? ¿Por qué no incorporar otros léxicos a mi poesía?
P. ¿En qué forma se ha enriquecido su español con el español venido de ultramar?
R. Es cierto que del otro lado del Atlántico he recibido una importante donación (me gusta llamarla así) en relación con el lenguaje. Pero es muy posible que esta donación no consista demasiado en versos puntuales -no soy capaz de rescatar con la memoria donaciones léxicas en particular- sino, a partir de los grandes poetas, en una cierta riqueza que he ganado. Pienso en Rubén Darío, Vallejo, Neruda, Huidobro, que realmente fueron alimento para mi propio pensamiento poético. Esto tiene que ver con esa especial configuración que un Darío o un Vallejo tiene del idioma. Es decir, se trata para mí de determinada articulación del lenguaje que tiene el español de América más que de cuestiones de léxico en el sentido terminológico. En algunos de mis poemas, sobre todo de juventud, puedo ver un reflejo de esto que he llamado articulación particular del lenguaje, pero no tanto en el préstamo de léxico. Por supuesto, donde es realmente fundamental el aporte del español hispanoamericano es en el modernismo español. Hay que decir de una manera rotunda que sin Rubén Darío no se hubiera dado con la intensidad con que se dio aquí en España.
P. Se habla mucho ahora de la contaminación como fenómeno del cual las lenguas deben defenderse. En general, las culturas latinas parecen obsesionadas por proteger su lengua de la influencia del inglés. ¿Cómo se relaciona usted con esos fenómenos?
R. Yo entiendo que en el caso del español -y creo que es el caso de otras lenguas- no son procedentes, aunque suceden, las incorporaciones relacionadas con otros troncos lingüísticos. Pero quiero advertir que desde mi punto de vista esto no afecta a todos los países iberoamericanos, que se han caracterizado por desarrollar un español que es local para ellos pero que puede ser asimilable para nosotros. Este comercio lingüístico, evidentemente, puede tener también la otra dirección: de España hacia América. En una palabra: la asimilación del desarrollo lingüístico del español por parte de otros países no equivale a escapar de su propia lengua. Al mismo tiempo, debo decir lo siguiente: la incorporación de palabras que no pertenecen a ese desarrollo particular de nuestra lengua no me interesa.
P. ¿Qué deberes tiene hoy en día un escritor de lengua española con respecto a esa lengua? ¿Es el escritor guardián de su lengua o más bien es el encargado de ampliarla?
R. No pienso que la ampliación lingüística sea obligada para un escritor. Pero sí que en el escritor se da un fenómeno que es ajeno al resto de las personas: en el escritor de lengua española siempre habrá una especie de incorporación selectiva de otros españoles. Yo encontraré sin duda palabras que en algún momento servirán a mi poesía. El día en que realmente disponga de ellas, estaré enriqueciendo selectivamente nuestro idioma. Pero esto no implica una obligatoriedad. Y tampoco quiere decir que deba haber un español globalizado.
P. La globalización del español es un concepto más bien sensible.
R. Yo tengo claro que, por lo menos en el sentido de la creación, la lengua no debe globalizarse. Sí es verdad, en cambio, que se debe tender desde las academias y desde la literatura a esa unidad fundamentada en la diversidad de que me hablaba antes.
P. Una de las cosas que me inquietan como novelista latinoamericano es que mi tradición siempre se ha alimentado de otras lenguas, en parte porque en novela de lengua española hay un vacío muy grande entre el Quijote y el siglo XX. ¿Cómo ocurre en poesía? La influencia del simbolismo francés es muy marcada en su obra. ¿Hay también una genealogía en lengua española a la que se siente pertenecer?
R. Yo doy por hecho que mi escritura está simultáneamente en la tradición y en la modernidad. La tradición no tiene por qué ser regresiva ni reaccionaria, ¿no? En la lengua poética en español hay una inflexión fortísima que tiene que ver -y esto tiene mucha miga- con la tipografía. En ese momento, la poesía ya no tiene que informar, porque cada vez hay más libros que cumplen esa función, hasta llegar al frenesí mediático de hoy en día. Al desaparecer la necesidad de la poesía informativa -alabar o denostar al poderoso, estimular la religiosidad, trasladar ideología y noticias-, surge Garcilaso. Ésa es la tradición que va hacia Juan de Yepes, también conocido como San Juan de la Cruz, que, creyendo que hablaba de la experiencia mística, dice que es un "no saber sabiendo". En esta línea estoy yo. Es la línea de Góngora y Quevedo. En los siglos XVIII y XIX hay un bache que no aporta nada, como no aporta nada el bachecillo actual. Luego hay un salto a la vanguardia del primer tercio del siglo XX. Ahí están Lorca, Vallejo, el Neruda de Residencia en la tierra. Ésta es mi familia en lengua española.
P. ¿Y cómo se relaciona su lengua con las otras lenguas? Pienso en esa traducción que hizo junto con su hija Amelia de Herodías,
de Stéphane Mallarmé. En el prólogo defienden ustedes las extraordinarias libertades poéticas que se tomaron haciéndola: "No se trata, en poesía, de significados precisos sino de palabras gloriosamente imprecisas, sistemáticamente turbadoras".
R. Esa traducción fue en realidad un trabajo a cuatro manos, muy interesante. Amelia es filóloga, pero también es escritora. (Yo estoy convencido de que, en secreto, es también poeta, pero le falta matar al padre). Hubo mucha discusión, porque ella, claro, no podía prescindir de su condición de filóloga. Pero al final coincidimos en que se trataba de crear un poema nuevo que no hubiera podido existir sin el Herodías de Mallarmé. Es decir que tendría valores no de igualdad léxica, pero sí de equivalencia. Así que no, no queríamos hacer un texto informativo. De una traducción literal no sale un poema de Mallarmé: sale un texto que informa al lector de cómo era el poema de Mallarmé.
P. Permítame que termine con una pregunta sobre su poesía más reciente. 'Claridad sin descanso', la última parte de
Arden las pérdidas
(2003), es para mí lo más próximo a una confesión que hay en su poesía. El último verso dice: "Ésta es mi relación, ésta es mi obra". ¿Es 'Claridad sin descanso' su testamento literario?
R. Puedo darle algunas pistas, pero me temo que no puedo contestar directamente a la pregunta. Hay dos versos: uno, de Arden las pérdidas, dice: "Así arden en mí los significados". El otro es de Cecilia, un libro que al parecer no es tan menor como yo creía: "Todo es visión, todo está libre de sentido". Cecilia se abre con una cita que le interesará, porque es de un hispanoamericano: José Lezama Lima. Dice: "La luz es el primer animal visible de lo invisible". Esas palabras tienen una fuerte relación con lo que ocurre en 'Claridad sin descanso'. Hablo de una luz última, que participa ya de lo invisible. Hablo del término del extraño y hermoso y terrible accidente que es la vida.
Juan Gabriel Vásquez (Bogotá, 1973) es autor de las novelas Los informantes (2004) e Historia secreta de Costaguana (2007), ambas publicadas por Alfaguara.