lunes, 16 de mayo de 2011

Patuca III: lo mediático y lo artesanal


 Cuando este diario-boletín se lanza a la aventura del periodismo de investigación lo hace con esa mezcla de incoherencias que va desde el patriotismo a lo filantrópico. Pero claro, siempre es una avanzada empresarial, una preparación del terreno para socializar la explotación.

En el reportaje que le hacen a los buscadores de oro no se van por las ramas y sueltan su verdad acremente: "A pocos metros de donde se buscan las pequeñas pepitas se construirá la cortina del proyecto Patuca III..." lo que significa, que ese pequeño yacimiento de subsistencia será borrado del mapa por el agua.
 El reportaje aparenta un enaltecimiento al trabajo duro de los pobres, ese enaltecimiento bíblico que llena de santidad a la miseria, pero en el fondo, el susodicho reportaje nos dice: "ahí es tan poco el oro que se saca que no vale la pena proteger la subsistencia de los buscadores...¡avancemos con la cortina!", así que toda la intención es dejar bien claro que el progreso no debe detenerse cuando no existen ganancias económicas globales en el pequeñísimo esfuerzo de los pobladores.

 En contraste, la cortina que necesita urgentemente Tegucigalpa para suplir de agua potable a una población sedienta, ni siquiera entra en los planes de la oligarquía transnacional, ya que esta es de beneficio público y no privado, como sí lo será el Patuca III, proyecto reconvertido y entregado a las manos privadas después del golpe de Estado y de las concesiones aprobadas por el Congreso golpista, ya que originalmente, el Patuca III estaba dentro del plan estratégico de desarrollo que Manuel Zelaya impulsaba desde su gobierno.

Y lo patético (y bien lo sabemos todos), es el mendigar de las organizaciones obreras de Honduras, el suplicar que el proyecto "incluya a trabajadores hondureños", como si no fuera en nuestra tierra que se alzará la cortina. Y bien sabemos que  la oligarquía es capaz de no emplear ni a los buscadores de oro que serán expulsados del lugar, porque como ha sucedido en la construcción de malls en Tegucigalpa y San Pedro Sula, se prefiere la mano de obra baratísima de nicas, así que el espejismo que se vende es espejismo de cabo a rabo.

F.E.

2 comentarios:

Francesca dijo...

Voy a ver si te puedo escanear un artículo que publiqué en el 98 sobre el Patuca II. Un abrazo Fabricio.

Fabricio Estrada dijo...

Mandalo, Francesca. Espero que esté bien todo por allá, en todo lo que hagás, poeta querida.