lunes, 31 de mayo de 2010

Iwo Jima: Resistencia total




Víctimas [editar]

A término de los 34 días de la batalla de Iwo Jima, se habían registrado por primera vez en conflicto más bajas estadounidenses que japonesas.
Según el historiador Samuel E. Morison3 las fuerzas norteamericanas sufrieron 24.480 bajas de las cuales 4.197 fueron muertos directos en los enfrentamientos, 19.189 heridos y 418 desaparecidos. Posteriormente, 1.401 heridos fallecieron como consecuencia de las heridas recibidas.
Por la parte japonesa, resultaron muertos 20.703 soldados, prácticamente la totalidad de los efectivos, entre los cuales estaba el comandante Kuribayashi, siendo hechos prisioneros únicamente 216 supervivientes.
En la conquista por la isla, cabe destacar la extrema resistencia llevada a cabo por el ejército japonés. Se pasaron varios días antes de la caída de la isla sin comida ni agua, dedicados a comer lo que buenamente encontraban como lombrices, insectos.

Consecuencias [editar]


Bombardero B29 en vuelo.
Uno de los objetivos fijados por los estadounidenses se cumplió mientras la batalla aún se libraba. Fue el 4 de marzo cuando una fortaleza volante B-29 que volvía averiada de su vuelo a Japón pudo salvarse aterrizando en el ya conquistado aeropuerto situado más al sur. Los Mustang no tardaron mucho en instalarse en la isla.
Oficialmente, Truman y Churchill, sostuvieron que la extraordinaria resistencia de los japoneses en la lucha inclinó la balanza a favor del lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima (6/08/1945, de uranio) y Nagasaki(9/08/1945, de plutonio) para evitar millares de bajas a los aliados. Sin embargo, el General Dwight Eisenhower consideró entonces que Japón estaba derrotado, que de hecho estaba buscando cierta manera de rendirse salvando mínimamente su honor y que por lo tanto era innecesario arrojar la bomba. Aunque no tuvo eco en el secretario de defensa Henry L. Stimson. Posteriormente el conocimiento de todos los hechos demostrarían que a las 11 de la mañana del 9 de agosto, el primer ministro Kintaro Suzuki declaraba ante el gabinete del gobierno de Japón que dadas las circunstancias concluía que la única alternativa era aceptar la proclamación de Postdam y terminar la guerra. Trágicamente, dos minutos después, a las 11:02 Nagasaki ya era un infierno nuclear. Se obtenía así la rendición incondicional del Imperio de Japón y, según todos los historiadores, se daba inicio a la Guerra Fría.

No hay comentarios: